Allí está
Ella
Perfecta, me mira fíjamente con sus ojos de Nintendo, con su sonrisa pura como la fibra óptica, Titania de cromo y silicio.
A su lado me siento indefenso, pero no puedo evitar dejarme llevar, perder el control y saturar mi cerebro con entradas contradictorias.
Es una sensación extraña...algo de lo que no conviene abusar; por suerte puedo desconectarme en cualquier momento y volver al mundo real, donde las mujeres son como el poliuretano expandido y mantengo el control.
A Ella no le preocupa, sabe que volveré a sus brazos tarde o temprano, hace tiempo que perdí esta partida...
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment