La piel de la criatura liberaba un
brillo salado bajo la luz de los tres soles. Sus ojos facetados
miraban fijamente al Jinete Orgónico y sus siete bocas comenzaron a
hablar
Cada una con su propia voz.
Cada una emitiendo un único fonema
cada vez.
-Tío ¿No tendrás un sigarrito?
El Jinete Orgónico alzó la mirada
hacia su interlocutor y negó con la cabeza.
-No
-respondió-, no fumo desde que el Neokrishna de Beetelgeuse
extinguió la hierba Ĝoje.
La criatura dejó escapar una fracción
de una risa ahogada a través de cada una de sus bocas.
-Sí, tío, qué putada ¿No?
El Jinete Orgónico asintió y bajó de
nuevo la cabeza para permitir que su salacot protegiera de nuevo sus
ojos de la luz, dando a entender que la conversación había
terminado.
-¿Y algo de suelto para el astrobús?
-dijeron las bocas- Es que me he quedao tirao y tengo que arreglar
unos papeles en Epsilon Eridani. Te hago un ingreso en cuanto llegue,
de verdad.
El Jinete Orgónico cerró los ojos y
respiró profundamente. Esta iba a ser una reencarnación de mierda.
Wednesday, January 23, 2019
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